El cuerpo bien proporcionado e ideal del joven, con sus paquetes musculares definidos, lleva el nombre poético de Adonis, según el dios griego de la belleza y la vegetación.
El bello Adonis oculta con sus dos manos su magnífico pubis masculino que, sin embargo, es claramente visible entre las palmas si se mira con atención.
Esta pose erótica lo hace aún más provocativo y deseable para su admirador.