Con su mirada lascivamente juguetona, que ignora al espectador como si no estuviera allí, su cuerpo menudo y sensual con pechos bien formados y sus nalgas perfectas, esta joven belleza da ganas de verla. "Encantadora Señora" deja caer deliberadamente toda su ropa. A través de este espectáculo perfectamente ejecutado, un aura de gracia y elegancia la rodea, con el erotismo y el deseo claramente en primer plano.
Esta hermosa obra, "Lovely Lady" de Don Alberto Carlos, muestra a una joven más que consciente de sus encantos.