El amor del hombre por la imagen de su fantasía no es en absoluto una creación de los tiempos modernos; ¡los poetas romanos ya lo soñaban! Durante décadas, los cineastas de Hollywood han estado fascinados por el tema del "sexo con robots".
El artista Rudolfo Bucacio también quedó profundamente impresionado por nuestra vida cotidiana digital, lo que también le llevó a adentrarse en nuestra vida sexual digital. Se preguntó: ¿El futuro es el sexo con robots y con máquinas? Los robots amorosos humanoides son tan reales hoy en día que ya no se diferencian de los humanos, ni siquiera en lo que respecta al sexo. Los usuarios pueden vivir sus (peores) fantasías sin restricciones, sin herir a ningún ser humano.
Rodolfo Bucacio transformó esta profunda visión en una obra maestra definitiva, una pequeña, escultura erótica de bronce "TECHNO LOVER". Su figura erótica de bronce TECHNO LOVER cuenta el amor no correspondido de una mujer sensual.
Como sus amantes siempre la decepcionaban en la realidad, creó su hombre ideal de ensueño: un robot mediante un soplete, con el que ahora podría vivir sus (peores) fantasías y anhelos secretos.
La obra maestra del arte del bronce, TECHNO LOVER, es una de nuestras esculturas eróticas más exitosas.